martes, 31 de enero de 2017

La alimentación en invierno


alimentación en invierno
El invierno es la época de máxima interiorización, la época más oscura del año, con días muy cortos, frío y humedad. En términos macrobióticos: la época más yin del año.
En invierno la energía comienza a fluir más lentamente. Esto se refleja con mucha claridad en la naturaleza. La actividad energética que antes estaba en el tronco y las ramas de los árboles desciende para recogerse en las raíces. La naturaleza se recoge hacia dentro, reponiendo fuerzas y acumulando reservas para la llegada de la primavera. Incluso hay algunos animales que hibernan acumulando también toda su energía en su interior.
De la misma manera, también nosotros nos recogemos y necesitamos nutrirnos de una forma diferente. Ahora, necesitamos la energía de alimentos que generen más calor, que concentren en profundidad y que refuercen.
Si imitamos los ritmos naturales y aprovechamos el invierno para nutrirnos y reforzarnos, al llegar la primavera dispondremos de la fuerza necesaria para unirnos a la energía expansiva y ascendente que la caracteriza.
Así, en estos meses la alimentación se basará en platos más calientes y concentrados. Utilizando cocciones más largas, con más fuego y a presión, con más uso de aceite y sal y menos agua: Sopas, cremas, guisos y estofados, salteados largos, al horno….
Conviene reducir los crudos, las ensaladas y bebidas frías al mínimo. Si escuchamos nuestro cuerpo, nos daremos cuenta de que ya no nos apetecen platos refrescantes ni beber mucho líquido, sino platos más consistentes y calientes.
Esta época del año es la ideal para reponer nuestras reservas de minerales, oligoelementos, y grasas de manera inteligente.
Si nos alimentamos con excesos de grasas y productos animales para calentarnos, probablemente lleguemos a la primavera sintiéndonos pesados y aletargados y nuestra energía no podrá subir al mismo ritmo que la energía expansiva y ascendente de la primavera. Entonces, nos sentiremos cansados, somnolientos y probablemente suframos de alergias y astenia primaveral. Todos estos síntomas suelen indicar que el hígado está sobrecargado intentando depurar el exceso de toxinas acumuladas en el cuerpo durante los meses invernales.
Sin embargo, si utilizamos los estofados de legumbres y cereales nos calentaremos y mantendremos nuestro organismo limpio.
garbanzos guisados
Alimentos armonizadores:
Cereales: podemos aumentar la cantidad de cereal que consumimos con cada comida para hacerla más consistente. El cereal típico de invierno es el trigo sarraceno pues es muy calorífico y contractivo. Además podemos utilizar el mijo, la avena, y variedades de trigo para preparar nutritivas cremas para el desayuno y reconfortantes y sabrosos platos como el pastel relleno o el puré de mijo y coliflor.
Legumbres: Ahora es el momento de volver a los guisos de lentejas y los estofados de alubias cocinados a fuego lento. La alubia azuki es la ideal para esta época del año. Cocinada con cebolla y calabaza quedará dulce y deliciosa. Hay muchísimas y variadas recetas de legumbres que puedes incluir en tus menús, ¿Te apetece probar unas lentejas con cilantro? deliciosas… ¿o prefieres un guiso invernal de garbanzos?
Verduras: Las mejores en esa época son las verduras de raíz, pues aportan gran cantidad de minerales y son ideales para cocciones largas y elaboradas que calientan nuestro organismo en profundidad. La kimpira es un tipo de cocción ideal para estas verduras.
Si no lo has hecho antes prueba a preparar una crema de chirivía o apionabo. Atrévete con unas verduras al papillote: zanahoria, cebolla, colinabo, boniato…. con unas hojitas de laurel… ¿y qué tal un toque de canela?… También las puedes preparar escaldadas y salteadas ligeramente con un poquito de comino… te dejo la receta de verduras de raíz al comino…
canela
No te olvides de incluir algo fresco en tus platos puedes preparar una ensalada prensada con poco de rabanito, nabo, daikon, col verde o lombarda….
Las crucíferas están en su mejor momento aprovéchalas para dar el toque de verdor a tus platos y el aporte de calcio y magnesio a tu organismo: coles de Bruselas, col verde, col gallega, brócoli, coliflor… ¿Has probado el pastel de coliflor y shiitake?
Algas: Incrementa su consumo para obtener un aporte extra de vitaminas y minerales que refuercen tu organismo y te ayuden a afrontar el frío sin debilitarte.
Puedes utilizar el alga kombu en la cocción de las legumbres, es una manera sencilla y práctica de consumirlas. Reducirá el tiempo de cocción y las hará más tiernas.
También la puedes tomar frita como chips. Fríela en abundante aceite, directamente sin remojar, y añade unas gotas de limón una vez en el plato, te sorprenderá!
Fruta: En esta época del año nuestro cuerpo necesita cerrarse y calentarse y la fruta cruda produce el efecto contrario: abre y nos refresca, por eso la fruta cocinada es ahora una buena opción.
Puedes preparar riquísimas compotas de manzanas y peras. No hace falta que utilices azúcar, si añades una pizca de sal, ayudarás a sacar el dulzor natural de la fruta. Además puedes añadir orejones y pasas para dar más dulzor.
Semillas y frutos secos: Las castañas son muy beneficiosas en esta época. Además, puedes añadir almendras, avellanas, nueces y piñones a tus desayunos, o tomarlos como snack entre horas.
Condimentos: Utiliza especias que calienten como nuez moscada, comino, canela y clavo. Y condimentos salados que ayudan a cerrar y calentar como la sal marina, el miso, el shoyu o el tamari.

martes, 24 de enero de 2017

Por qué la macrobiótica no habla de adelgazar



En las escuelas de macrobiótica apenas se habla de la pérdida de peso.
¿Por qué?
Quizás porque la gente interesada en macrobiótica no suele tener sobrepeso, suelen ser “hippies” delgados, el tipo de personas que se interesan por las cosas alternativas. Las personas con sobrepeso suelen ser más relajadas, conformes con lo que les rodea (ver: La personalidad del macrobiótico estricto).
Quizás porque la pérdida de peso se vea como un objetivo secundario, banal, una forma de venderse a la moda o a la imagen, cuando lo que importa es la salud… Es común oir que la macrobiótica se centra en la salud y “si el cuerpo necesita perder peso, lo perderá”.
Quizás porque no es el tema estrella en la medicina china, donde se habla de las energías yin-yang, de los cinco elementos… La pérdida de peso en ese contexto parece algo demasiado terrenal.
Sea por la razón que sea, los consultores macrobióticos nos vemos obligados a profundizar por nuestra cuenta en el tema de adelgazar, y para ello, a mi me gusta recurrir a libros como los de L. Jimenez, Juan Revenga o Julio Basulto.
Estos autores se centran en la dimensión nutricional (carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas, calorías, etc.), y prescinden del aura oriental de la macrobiótica, pero al final los alimentos que recomiendan no difieren, o no deberían hacerlo, de los que recomienda la macrobiótica.
Os muestro algunos ejemplos:
En libro Lo que dice la ciencia para adelgazar de forma fácil y saludable, L. Jiménez resumen todo lo expuesto en cinco reglas básicas:
  • Evitar carbohidratos refinados y alimentos altamente procesados
  • Muchas verduras, vegetales y fruta
  • Cantidad suficiente de proteínas
  • Añadir frecuentemente grasas, mejor las más saludables
  • La dieta no es una penitencia
Del libro Adelgázame, miénteme, de Juan Revenga, me ha parecido suficiente citar varios puntos del índice:
  • Come más vegetales
  • Come menos alimentos superfluos
  • Come menos alimentos procesados o con medallas
  • Usa la cocina
  • Compra en mercados
  • Planifica tu alimentación
  • Come en la mesa
  • No cuentes calorías
En el libro Secretos de la gente sana, Julio Basulto y María José Mateo citan y defienden las tres reglas básicas del conocido autor Michael Pollan:
  • Coma comida. Se refiere a comida real, evitando alimentos muy procesados o con mucha carga química. Muchos de estos alimentos tienen grasa no saludable, harinas blancas e ingentes cantidades de azúcar.
  • No demasiada
  • Sobre todo vegetales
Lo interesante de la macrobiótica es que te aporta una dimensión extra, no solo la nutricional (de la que a veces adolece y hemos de buscar formación complementaria en otras escuelas o universidades), sino el estado de tu condición, tu constitución, el efecto de determinados alimentos que a la nutrición le pasan desapercibidos, los alimentos que calientan/enfrían o los que secan/dan humedad, o los alimentos que van bien para un órgano determinado… elementos que, aunque no estén presentes en el paragdigma médico de occidente, sí que lo están en el paradigma médico oriental, utilizado con éxito durante siglos.
Aunque el lenguaje utilizado por la macrobiótica sea distinto al de la nutrición oficial, ya que ambos profesionales han recibido entrenamiento distinto, las recomendaciones últimas no deberían de ser muy diferentes si las cosas se están haciendo bien (ver el post: Macrobiótica vs Nutrición, o el efecto MasterChef).
Por todo ello, me he propuesto crear el modelo macrobiótico para adelgazar, estableciendo así diferencias con el modelo de la macrobiótica estándar de Michio Kushi, del que podéis ver una pequeña explicación en el vídeo de abajo (Pincha aquí si no puedes verlo: Dieta Macrobiótica estándar).
Aveline Kushi’s – Dieta Macrobiótica Estándar from Macrobiótica Mediterránea on Vimeo.
La próxima semana presentaré el modelo macrobiótico para adelgazar. Mientras tanto, si tienes alguna experiencia interesante que relacione la macrobiótica con la pérdida de peso, me encantaría que la compartieses con nosotros, seguro que sería de ayuda para otros lectores.

lunes, 16 de enero de 2017

Lo que no me dijeron en los cursos de macrobiótica



curso de macrobiótica
Con el tiempo te das cuenta de que lo que te contaron en los primeros cursos de macrobiótica era una parte de la verdad. En mi caso estos fueron algunos ejemplos.

El té kukicha te mancha los dientes

Tras una visita a mi dentista hace ya varios años, ésta me dijo que el té manchaba los dientes. “No pasa nada si te los lavas tras tomarlo, pero si no lo haces, a la larga los dientes se manchan”. ¿Te has dado cuenta de cómo queda una taza con fondo blanco tras tomar té kukicha?

La falta de proteínas y grasas te hará tener más hambre

La cantidad de cereales que tomaba en una comida en mi primer año de macrobiótica me sirve ahora para 2 días. Tenía un gran apetito  lo satisfacía con los alimentos “permitidos” que, por otro lado, me encantaban. No fue hasta mi llegada al Instituto Kushi, donde me enseñaron que las proteínas y las grasas sacian, por ello, si faltan en la dieta sentiremos mucha hambre. En la macrobiótica de Mishio Kushi la ausencia de proteínas y grasas tiene un sentido y puede ser beneficiosa para ciertos casos en períodos cortos de tiempo, pero nunca en casos de personas que de partida están muy delgadas o con síntomas de deficiencia.
Ver más en el post Comer muchos cereales no es macrobiótica.

El Dentie deja cicatriz

En mi afán de utilizar cosas naturales, un día compré en una herboristería un polvo negro llamado Dentie, el cual servía para lavarse los dientes. Cual fue mi sorpresa cuando descubrí que lo había creado George Ohsawa. Y aún más…mi dentista lo recomendaba cuando sangraban las encías.
En caso de encías sangrantes va muy bien, pero si se utiliza para cortar el sangrado de una herida, como se recomienda en algún libro de macrobiótica, en la piel dejará cicatriz.

Las algas pueden provocar hipertiroidismo

Si tomamos demasiadas algas podemos padecer hipertiroidismo inducido por algas.
El alto contenido en yodo de las algas hace que la glándula tiroides aumente su actividad, provocando signos y síntomas como: bocio, hiperactividad, taquicardia, ojos saltones, nerviosismo, etc. Por ese motivo no hemos de abusar de las algas.
Más sobre las algas en el post ¿Es bueno tomar algas? ¿Qué dice la macrobiótica?

La soja puede darte problemas digestivos

Oirás en infinidad de cursos que los lácteos están prohibidos. Nada de lácteos. Es algo que repercutió positivamente en mi salud, sintiéndome más despierto, más ligero y sin sequedad o eczema en las manos. Pasé a la leche de soja. Al principio bien, pero tras 2-3 semanas noté que me daba gases… cambié de marca pensando que sería eso, pero volvió a ocurrir lo mismo. Fue hasta un tiempo después que advertí la dificulta digestiva y gases que me provocaba.
Una nota personal: Sin embargo, con el tiempo he advertido que lo negativo de los lácteos se debe sobre todo al hecho de estar homogeneizados y pasteurizados. Ciertos quesos y la leche de cabra (ecológica, fresca y no homogeneizada) me sientan bien y en los periodos más exigentes de entrenamiento o trabajo me da un plus de energía. Aunque si abuso, noto aumentar la mucosidad. Supongo que es cuestión de equilibrio.

El mijo te sube el azúcar

El mijo, un cereal que se recomienda en macrobiótica cuando hay irregularidades en el nivel de azúcar en sangre, tiene un índice glucémico alto. Los alimentos con índices glucémicos altos no son recomendables en caso de diabetes. Eso nos lleva a una contradicción:
Macrobiótica: Irregularidades en azúcar en sangre -> Mijo
Medicina: Diabetes (un tipo de irregularidad de azúcar en sangre) -> No mijo
Desde mi punto de vista el mijo debería de usarse en casos de hipoglucemia, cuando tenemos un nivel de azúcar en sangre bajo y por ello nos sentimos cansados. A veces se produce por un déficit de verduras, legumbres, cereales integrales y un consumo excesivo de alimentos refinados como pan blanco, dulces o refrescos.
En casos de diabetes aplicaría lo que contesté a una de las lectoras de MBM. Lo reproduzco a continuación:
Lectora:
Hola Mario
Me gusta mucho la macrobiotica pero también me choca algunas cosas como por ejemplo: ¿No tiene el mijo un índice glucémico muy alto?
Muchas gracias por toda tu información.
Mario López:
Hola Pilar,
sí, como bien dices el mijo tiene un índice glucémico (IG) alto, alrededor de 70 (100 es el valor para la glucosa).
Por un lado, y según la nutrición moderna, te diría que redujeses su consumo y lo tomases combinado con verduras y/o proteínas. Aparte del IG existe el concepto de Carga Glucémica (CG), que tiene en cuenta el IG más la cantidad del alimento que hayamos tomado. Para que el mijo tuviese una CG baja-moderada deberíamos tomar alrededor de 25g o menos al día (pesado en seco).
Un saludo!

CONCLUSIÓN

Todos los alimentos tienen sus pros y sus contras ¿Porque no iba a ser así con los recomendados por la macrobiótica?
Pienso que cualquier dieta o enfoque que pretenda dar salud y equilibrio a las personas debería de tener en cuenta lo malo y lo bueno de cada alimento. Intento que la macrobiótica que practiques guiada por MBM sea una macrobiótica imparcial que piense más en ti que en ideales y criterios inflexibles.
Si conoces algún efecto negativo de alimentos típicamente recomendados por la macrobiótica de Michio Kushi, te animo a que lo añadas a este post en forma de comentario, todos los lectores y yo mismo te lo agradeceremos.

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