La compresas de jengibres es un remedio muy eficaz que se ha utilizado desde la antiguedad debido a sus múltiples beneficios.
El jengibre fresco es un activador y calentador. Incrementa la circulación sanguinea y disuelve las acumulaciones.
Podemos utilizar las compresas de jengibre para:
Activar la circulación en areas locales
Reducir las acumulaciones de grasa
Reducir la acumulación de mucosidad
Activar la energía en lugares donde está acumulada, o estancada.
Calienta a nivel interno. En invierno , aplicadas en la zona lumbar, es una buena forma de calentar y relajar los riñones.
Recordamos que los remedios siempre tendrán que ir acompañados de una dieta equilbrada. Sobre todo acordarnos de no elegir aquellos alimentos que nos perjudican.
Por ejemplo, si tengo mucosidad, primero paso: no comer lacteos, harinas, alimentos procesados..
No utilizar compresas de jengibre en los siguientes casos:
Apendicitis, en la cabeza, en bebes y ancianos, en embarazadas, neumonia, fiebre alta y tumores cancerígenos.
Como prepararlas:
Calentamos 2lt de agua en una olla hasta que hierva.
Rallamos 100gr de jengibre fresco, lo colocamos en una gasa y lo atamos con una cuerda.
Echamos el saquito de jengibre con el agua apagada y lo dejamos 1 ó 2 minutos para que se active con el calor.
Cogemos 3 toallas o paños de algodón. Y preparamos un espacio para que la persona se pueda tumbar comodamente
Vamos colocando paños de algodón en la zona afectada con una toalla gruesa encima para que la persona no se quede fría.
Ir cambiando de paños conforme se vayan enfríando para mentener siempre la zona caliente.
La duración dependerá de cada persona y la afección. Puede variar entre 10-15minutos.
La zona donde se esta aplicando debería cambiar de color hacia un tono rosado debido a la activación.
Es importante ver el grado de sensibilidad que tiene esa persona al calor antes de aplicarlas.
Al comienzo la probaremos en el reves de nuestro brazo para comprobar que no quema.
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